NOTA: Este sitio no aprueba de las siguientes citas de publicaciones de la Watchtower. Simplemente se presentan para mostrar lo que la Watchtower enseña en cuanto al tema.

Apóstatas

Un apóstata es literalmente alguien que se "vuelve al lado". Por ende, cualquiera que deja su religión de nacimiento es por definición un apóstata. La Sociedad Watchtower define un apóstata como cualquiera que enseña cosas que vayan en contra de las enseñanzas de la Watchtower.

"Personas que deliberadamente esparcen (se adhieren obstinadamente a, y hablan de) enseñanzas contrarias a la verdad bíblica como la enseñan los testigos de Jehová son apóstatas." Presten Atención a Sí Mismos y a Todo el Rebaño p.95
"Apostasía es abandonar la adoración de Dios y el servicio a él, o desertar de ellos; en realidad una rebelión contra Jehová Dios. Algunos apóstatas declaran que conocen y sirven a Dios, pero rechazan enseñanzas o requisitos que se exponen en Su Palabra. Otros afirman que creen en la Biblia, pero rechazan la organización de Jehová." Razonamiento a partir de las Escrituras p.38

Sin embargo, al describir a los apóstatas como gente que ayuda a Satanás, como gente que no merece una resurrección, que se les debe evitar, detestar, y odiar, se refiere específicamente a ex testigos de Jehová que hablan en contra de la Sociedad Watchtower o su doctrina.


Apostasía Perspicacia, Volumen 1
"Los apóstatas por lo general procuran que otros les sigan. (Hch 20:30; 2Pe 2:1, 3.) Los que abandonan voluntariosamente la congregación cristiana se convierten en parte integrante del "anticristo". (1Jn 2:18, 19.) Como en el caso de los israelitas apóstatas, también se predice destrucción para los apóstatas de la congregación cristiana."

Atalaya 15 de julio del 2014 pág. 14 párr. 10 Los siervos de Jehová renuncian a la injusticia
Hoy, los siervos de Jehová raras veces nos enfrentamos a la apostasía dentro de la congregación. Ahora bien, siempre que nos topemos con ideas antibíblicas, debemos rechazarlas firmemente, sin importar de dónde provengan. No sería prudente entrar en debates con apóstatas, ni personalmente ni en foros de charla ni mediante ningún otro conducto. Aunque la intención fuera ayudar a la persona, esa conversación iría en contra del mandato bíblico que acabamos de mencionar. Los siervos de Jehová evitamos totalmente la apostasía, sí, la rechazamos por completo.

Atalaya 15 de abril del 2013 p.11
"Una esperanza sólida nos permite rechazar a los apóstatas y sus "vanas palabrerías" semejantes a gangrena."

Atalaya 15 de abril del 2009 p.6
"Satanás fue el primer apóstata de la historia. Los apóstatas de la actualidad se parecen mucho a él. Su espíritu crítico hacia los miembros de la congregación, los superintendentes o el Cuerpo Gobernante los ha llenado de veneno. Algunos de ellos se niegan a usar el nombre de Dios, Jehová, y no están interesados en aprender de él ni en servirle. Como su padre, Satanás, los apóstatas atacan a los siervos leales de Dios (Juan 8:44). Esa es precisamente la razón por la que evitamos todo contacto con ellos (2 Juan 10, 11)."

"[un apóstata] es alguien "mentalmente enfermo""

Atalaya 15 de julio del 2011 p.11
"Al igual que los contrabandistas introducen sus mercancías a escondidas, los apóstatas intentan meter sus opiniones en la congregación disimuladamente. Y tal como los falsificadores de dinero tratan de que aceptemos sus billetes, estos maestros engañadores quieren hacernos creer sus "palabras fingidas". Ciertamente, infiltran "enseñanzas engañosas" y "tuercen" los textos bíblicos para que cuadren con sus opiniones (2 Ped. 2:1, 3, 13; 3:16). Es obvio que no buscan nuestro bien. Si los siguiéramos, lo único que lograríamos sería alejarnos del camino que lleva a la vida eterna.
... . Pues bien, Jehová, el Gran Doctor, nos manda evitar todo contacto con cualquier maestro desleal a la verdad, pues es alguien "mentalmente enfermo" que procura infectarnos con sus doctrinas (1 Tim. 6:3, 4). Como vemos, el mandato divino también es muy directo, pero ¿estamos igual de decididos a seguirlo en todas las circunstancias?
¿Cómo evitamos a los falsos maestros? No los saludamos ni los recibimos en nuestro hogar. Nunca leemos ni escuchamos la propaganda que difunden a través de la televisión, la página impresa o Internet, y tampoco añadimos nuestros comentarios a las páginas personales que tienen en la Red. ¿Por qué somos tan firmes? Por amor. En primer lugar, porque amamos a Jehová, "el Dios de la verdad". Por eso no nos interesan las manipulaciones que contradicen su Palabra de verdad (Sal. 31:5; Juan 17:17)."

Atalaya 15 de febrero del 2004 p.28
"Sería un error pensar que tenemos que escuchar a los apóstatas o leer sus escritos para refutar sus argumentos. Como la gangrena, sus torcidas y venenosas ideas pueden ocasionarnos daño espiritual y contaminar nuestra fe (2 Timoteo 2:16, 17). Imitemos, por el contrario, la postura de Dios frente a ellos. Job dijo: "Ante [Jehová] no entrará ningún apóstata" (Job 13:16)."

Atalaya 2000 May 1 p.10
"Algunos apóstatas se valen de diferentes medios de comunicación de masas, entre ellos Internet, para divulgar información falsa sobre los testigos de Jehová."

Atalaya 1993 October 1 p.19
"La apostasía es, en realidad, una rebelión contra Jehová. [...] Los cristianos verdaderos sienten lo mismo que Jehová siente hacia los apóstatas; no les intrigan las ideas apóstatas. Al contrario, les "dan asco" los que se han convertido en enemigos de Dios, pero dejan que Jehová se encargue de ejecutar venganza."

Atalaya 1994 July 1 p.12
"¿Por qué? En primer lugar, algunas publicaciones apóstatas presentan mentiras por medio de "palabras melosas" y "palabras fingidas". (Romanos 16:17, 18; 2 Pedro 2:3.) ¿No es eso lo que se esperaría de la mesa de los demonios? ... A los que han seguido alimentándose de la mesa espiritual de Satanás, la mesa de los demonios, se les obligará a asistir a una comida literal, pero no como comensales, ¡sino para ser el plato fuerte, lo que significará su destrucción!"

Atalaya 1992 July 15 pp.12-13 Christ Hated Lawlessness-Do You?
"La obligación de odiar el desafuero también aplica a toda la actividad de los apóstatas. Nuestra actitud hacia los apóstatas debería ser como la de David, quien dijo: "¿No odio yo a los que te odian intensamente, oh Jehová, y no me dan asco los que se sublevan contra ti? De veras los odio con un odio completo. Han llegado a ser para mí verdaderos enemigos"."

Atalaya 1985 July 15 p.31
"Por eso, cuando se apartan voluntariamente de la congregación cristiana, tales personas llegan a formar parte del 'anticristo' (1 Juan 2:18, 19)"."

Ministerio del Reino julio de 1975 p.6
"Con la destrucción de los apóstatas en escala mundial, ¿qué razón puede tener uno para confiar en que después de eso venga la vida en un paraíso? "

Atalaya 1 de octubre de 1982 p. 27 Supervivencia o destrucción en la "grande tribulación"
Ahora bien, la Biblia muestra claramente que algunos van a parar al Gehena simbólico antes de que comience el Día de Juicio de 1.000 años. Jesús dijo a los impenitentes escribas y fariseos que ellos y los prosélitos gentiles que habían hecho eran 'sujetos para el Gehena' o, literalmente, 'hijos del Gehena.' (Mateo 23:15, 33-35; vea también Juan 9:39-41; 15:22-24.) Si hasta un prosélito de los fariseos llegaba a ser sujeto para el Gehena 'dos veces más que ellos,' ¡cuánto más lo sería Judas Iscariote, quien hizo un trato nefando con ellos para traicionar al Hijo de Dios! Jesús dio a entender esto cuando llamó a Judas "el hijo de destrucción." (Juan 17:12) De manera similar, cuando los impenitentes apóstatas mueren, no van al Seol, o Hades, sino al Gehena. (Hebreos 6:4-8; 2 Pedro 2:1) Lo mismo ocurre con los cristianos dedicados que persisten en pecar voluntariosamente o a los que 'se retraen.' (Hebreos 10:26-31, 38, 39) Estos son solo ejemplos que muestran que algunos, aun en "este sistema de cosas," han cometido el pecado por el cual no hay perdón, ni siquiera en el sistema de cosas "venidero." (Mateo 12:31, 32; compare con 1 Juan 5:16.) Por consiguiente, no serán resucitados.

Atalaya 15 de enero de 1962 pág. 36 Un tiempo y un lugar para cada cosa
Jesús instó a sus seguidores a que amaran a sus enemigos, pero la Palabra de Dios también dice: "Odien lo que es malo." Cuando una persona persiste en un derrotero de maldad después de saber lo que es correcto, cuando la maldad llega a inculcarse tanto que es una parte inseparable de su carácter, entonces para odiar lo malo el cristiano tiene que odiar a la persona con quien la maldad está inseparablemente vinculada. Indicando que Jesús no quería decir que amáramos a los enemigos empedernidos de Jehová, David expresó esta actitud aprobada por Dios: "¿No odio a los que te están odiando intensamente, oh Jehová, y no siento una repugnancia por los que se sublevan contra ti? Los odio con un odio completo. Han llegado a ser para mí verdaderos enemigos."-Mat. 5:44; Amós 5:15; Sal. 139:21, 22.

Atalaya 1 de noviembre de 1980 pág. 8 Lo que se necesita para mantenerse separado del mundo
NO hay duda de que el comprender exactamente cuán inicuo y corrupto es el mundo de Satanás nos ayudará a mantenernos separados del mundo. Con tal entendimiento nos será fácil obedecer el mandato que se encuentra en Salmo 97:10: "Oh amadores de Jehová, odien lo que es malo." Por más agradables, por más incitantes, que las cosas inicuas puedan parecer a la carne caída, tenemos que odiarlas, como nos ordena el apóstol. (Rom. 12:9) Es más, queremos odiar a los que voluntariosamente demuestran que odian a Jehová, que son odiadores de lo que es bueno. Como lo expresó el David de la antigüedad: "¿No odio yo a los que te están odiando intensamente, oh Jehová, y no me dan asco los que se sublevan contra ti? De veras los odio con un odio completo. Han llegado a ser para mí verdaderos enemigos." (Sal. 139:21, 22) Expresamos nuestro odio para con éstos, no por medio de querer hacerles daño, ni por desear que les ocurra algún mal, sino por medio de evitarlos como evitaríamos el veneno o una víbora venenosa, pues pueden envenenarnos desde el punto de vista espiritual.

Atalaya 15 de marzo de 1986 págs. 10-15 "No se dejen sacudir prontamente de su razón"
"Les solicitamos que no se dejen sacudir prontamente de su razón, ni se dejen excitar tampoco mediante una expresión inspirada, ni mediante un mensaje verbal, ni mediante una carta como si fuera de nosotros." (2 TESALONICENSES 2:1, 2.)

SIEMPRE acuden a nuestra memoria recuerdos agradables cuando reflexionamos sobre el tiempo en que aprendimos la verdad de la Palabra de Dios. Fue hermoso, razonable, satisfaciente. ¡Cómo rebosó de aprecio nuestro corazón cuando aprendimos acerca de Jehová y de sus elevadas cualidades, como su gran amor y su misericordia! Nos regocijamos cuando llegamos a asociarnos con nuestros compañeros de creencia que demostraban verdadero amor cristiano y vivían según los principios bíblicos.

2 Cuán agradecidos nos sentimos al saber que Jehová pronto eliminará el dolor, el lamento e incluso la muerte. (Revelación 21:3, 4.) ¡Imagínese, vivir para siempre en una Tierra paradisíaca, con perfecta salud y total felicidad! Era casi demasiado bueno para ser verdad. Pero era verdad. Tenía el respaldo de la Palabra de Dios. ¡Era emocionante! Nos sentíamos como los discípulos de Jesús cuando él se les apareció después de su resurrección. Se dijeron unos a otros: "¿No nos ardía el corazón cuando él venía hablándonos por el camino, cuando nos estaba abriendo por completo las Escrituras?". (Lucas 24:32.) Sí, al aprender la verdad y dedicar nuestra vida a Jehová, nos encontramos en un paraíso espiritual. ¡Qué bendición!

3 Pero el estar en el paraíso espiritual de Jehová no es algo que podamos dar por sentado. Vinimos a este paraíso voluntariamente; podemos salir de él (o ser echados de él) si nos hacemos incrédulos o voluntariamente violamos las justas leyes de Jehová. Naturalmente, esto no va a suceder si mantenemos 'el amor que teníamos al principio', si seguimos apreciando todo lo que Jehová provee para mantenernos espiritualmente fuertes. (Revelación 2:4.) Pero el Diablo y otros opositores a la adoración verdadera son engañadores muy hábiles. Nunca olvidemos que ellos siempre están preparados para hacernos quebrantar nuestra integridad. Su propaganda tiene el propósito de debilitar nuestra fe, enfriar nuestro amor a Dios y sembrar dudas en nuestra mente, sí, hacernos ver que el paraíso espiritual no es realmente un paraíso.

4 Por referirnos a un dicho conocido: podríamos llegar al extremo de que nos fuera difícil, quizás hasta imposible, ver el bosque del paraíso espiritual por mirar tan de cerca a los imperfectos árboles humanos que hay en él. La emoción que supuso el aprender la verdad de la Palabra de Dios, la maravillosa esperanza que llegamos a tener, el amor que desarrollamos por Dios y por nuestros hermanos espirituales, y el celo que tuvimos por el servicio de Jehová, todo puede desvanecerse. Si no se toman medidas drásticas para invertir esta deterioración espiritual, en poco tiempo los requisitos amorosos de Dios parecen ser opresivos. El saludable alimento espiritual del "esclavo fiel y discreto" puede parecer algo despreciable, y la hermandad de siervos amorosos de Jehová puede parecer una casa de enemigos. Entonces puede que la única satisfacción de uno, pervertida, por supuesto, llegue a ser golpear a sus coesclavos con calumnias y medias verdades. (Mateo 24:45-51.)

5 Sí, no solo podríamos perder actualmente las bendiciones del paraíso espiritual, sino que, lo que es más serio, podríamos perder la esperanza de vivir eternamente en el Paraíso terrestre. Y podríamos perder estas cosas por la misma razón que Adán y Eva perdieron el paraíso de Edén. Tenían todo lo que necesitaban para ser perfectamente felices y podían haber vivido para siempre. Pero la independencia -en realidad, una enseñanza diferente- era más importante para ellos que la obediencia a Jehová y las bendiciones de Edén. Eva fue engañada. Aunque Adán no fue engañado, dejó que las circunstancias, como la fuerte influencia de su esposa, le hicieran pecar también. Por lo tanto, fueron echados del paraíso para vivir miserablemente hasta su muerte. Perdieron la perspectiva de vida eterna ellos mismos y pasaron una herencia de pecado y muerte a sus descendientes. (Génesis 3:1-7, 14-19, 24; 1 Timoteo 2:14; Romanos 5:12.) ¡Qué terrible precio pagaron por su supuesta independencia!

6 El apóstol Pablo expresó esta preocupación, al decir: "Mas tengo miedo de que de algún modo, así como la serpiente sedujo a Eva por su astucia, las mentes de ustedes sean corrompidas y alejadas de la sinceridad y castidad que se deben al Cristo". (2 Corintios 11:3.) Pablo vio necesario escribir sobre algunas enseñanzas erróneas que circulaban en su tiempo. En su segunda carta a la congregación de Tesalónica, escribió: "Les solicitamos que no se dejen sacudir prontamente de su razón, ni se dejen excitar tampoco mediante una expresión inspirada, ni mediante un mensaje verbal, ni mediante una carta como si fuera de nosotros, en el sentido de que el día de Jehová esté aquí. Que nadie los seduzca de manera alguna". (2 Tesalonicenses 2:1-3.)

No tengan ningún trato con los apóstatas

7 Ahora bien, ¿qué hará usted si se enfrenta a enseñanzas apóstatas -razonamientos sutiles- que alegan que lo que usted cree como testigo de Jehová no es la verdad? Por ejemplo, ¿qué hará usted si recibe una carta o alguna literatura, la abre y enseguida ve que es de un apóstata? ¿Le hará la curiosidad leerla sólo para ver lo que dice? Usted hasta podría razonar: 'No me afectará; estoy demasiado bien asentado en la verdad. Y, además, si poseemos la verdad, no tenemos nada que temer. La verdad puede pasar la prueba'. Pensando de ese modo algunos han alimentado su mente con enseñanzas apóstatas y han caído víctimas de las dudas. (Compárese con Santiago 1:5-8.) Por lo tanto, recuerde la advertencia de 1 Corintios 10:12: "El que piensa que está de pie, cuide para que no caiga".

8 Con la ayuda amorosa de hermanos bondadosos, algunos en quienes los apóstatas habían sembrado dudas se han recuperado después de un período de turbulencia y trauma espiritual. Pero ese dolor podía haberse evitado. Proverbios 11:9 nos dice: "Por su boca el que es apóstata arruina a su semejante, pero por conocimiento son librados los justos". Judas dijo a sus compañeros cristianos: "Continúen mostrando misericordia a algunos que tienen dudas; sálvenlos, arrebatándolos del fuego". (Judas 22, 23.) Pablo aconsejó al superintendente Timoteo a instruir "con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos; ya que Dios quizás les dé arrepentimiento que conduzca a un conocimiento exacto de la verdad, y recobren el juicio fuera del lazo del Diablo, ya que han sido pescados vivos por él para la voluntad de ése". (2 Timoteo 2:25, 26.)

9 Otros, trágicamente, han llegado a estar en completa oscuridad, incluso volviendo a las enseñanzas erróneas de la cristiandad. El apóstol Pedro escribió sobre el trágico resultado de algunos que habían andado en la verdad pero que se habían apartado. Él dijo: "Ciertamente si, después de haber escapado de las contaminaciones del mundo por un conocimiento exacto del Señor y Salvador Jesucristo, se envuelven de nuevo en estas mismas cosas y son vencidos, las condiciones finales han llegado a ser peores para ellos que las primeras". Pedro dijo que eran como el perro que vuelve a su propio vómito y la cerda bañada que vuelve a revolcarse en el fango. (2 Pedro 2:20-22.)

10 Cuando otra persona nos dice: 'No leas esto', o: 'No escuches aquello', puede que pasemos por alto su consejo. Pero recuerde, en este caso Jehová es el que nos dice en su Palabra lo que tenemos que hacer. Y ¿qué dice él acerca de los apóstatas? "Que los eviten" (Romanos 16:17, 18); "que cesen de mezclarse en la compañía" de ellos (1 Corintios 5:11); y que "nunca [los] reciban en casa ni [les] digan un saludo" (2 Juan 9, 10). Estas son palabras enfáticas, instrucciones claras. Si, por curiosidad, leyéramos la literatura de alguien que supiéramos que es apóstata, ¿no sería lo mismo que invitar a este enemigo de la adoración verdadera a nuestra casa, a que se sentara con nosotros y nos explicara sus ideas apóstatas?

11 Sirva lo siguiente de ilustración: Suponga que su hijo adolescente recibiera literatura pornográfica por correo. ¿Qué haría usted? Si él se viera tentado a leerla solo por curiosidad, ¿le diría usted: 'Sí, hijo, léela. No te perjudicará. Desde la infancia te hemos enseñado que la inmoralidad es mala. Además, tienes que enterarte de lo que está pasando en el mundo para que veas que en realidad es malo'? ¿Razonaría usted de esa manera? ¡Por supuesto que no! Más bien, con toda seguridad le señalaría los peligros de leer literatura pornográfica y le diría que la destruyera. ¿Por qué? Porque no importa cuán fuerte esté la persona en la verdad, si alimenta su mente de ideas pervertidas como las que se hallan en este tipo de literatura, su mente y su corazón se verán afectados. Un persistente deseo incorrecto sembrado en las partes recónditas del corazón puede, con el tiempo, crear un apetito sexual pervertido. ¿Con qué resultado? Santiago dice que cuando el deseo incorrecto se hace fecundo da a luz el pecado, y el pecado conduce a la muerte. (Santiago 1:15.) De modo que, ¿por qué empezar esta reacción en cadena?

12 Bien, si nosotros actuaríamos tan decididamente para proteger a nuestros hijos de la pornografía, ¿no esperaríamos que nuestro amoroso Padre celestial, de modo similar, nos advirtiera y protegiera de la fornicación espiritual, como la apostasía? Él nos dice: ¡Manténganse alejados de ella!

13 Pero supongamos que estamos predicando las buenas nuevas y la gente nos hace preguntas o presenta objeciones similares a las de los opositores. Por supuesto, si la persona no es sincera y solamente quiere discutir, por lo general lo mejor es excusarnos y marcharnos a la siguiente puerta. Pero si sinceramente inquiere sobre ciertas alegaciones de los apóstatas, ¿qué puede hacerse? Primero, podemos preguntarle exactamente qué le preocupa. Puede que sean tan solo uno o dos puntos. Entonces, podemos centrarnos en ellos y contestar a la persona basando nuestra respuesta en las Escrituras, en las publicaciones de la Sociedad y en nuestro propio conocimiento del tema en cuestión. No debemos concluir que necesitamos leer un libro o folleto repleto de calumnias y medias verdades para refutar las falsas alegaciones y enseñanzas de los opositores.

Confianza en Jehová

14 Al seguir adelante, edificando nuestra fe y manteniéndonos ocupados en el servicio del Reino, podemos poner nuestra confianza en Jehová, sabiendo que, siendo nuestro amoroso Padre celestial, él quiere lo mejor para nosotros. Dios nos enseña; nos advierte. Lo hace a través de su Palabra y por medio de la instrucción clara provista por su organización visible. Si pidiéramos a un padre amoroso pan o pescado, no nos daría una piedra o una serpiente. Tampoco nos engañará Dios. (Mateo 7:7-11.) Pero Dios no nos escudará completamente de las tentaciones, ni tampoco de las mentiras engañosas o la propaganda diabólica. Él dice de sí mismo: "Yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que te hace pisar en el camino en que debes andar". (Isaías 48:17.) Sí, Jehová 'nos enseña para que nos beneficiemos'. Nos dice que nos mantengamos separados de los apóstatas y sus enseñanzas, y lo hace para nuestra propia protección. Significa nuestra vida.

15 El apóstol Pablo advirtió a sus compañeros ancianos cristianos: "De entre ustedes mismos se levantarán varones y hablarán cosas aviesas para arrastrar a los discípulos tras de sí". (Hechos 20:30.) Si seguimos escuchando argumentos sutiles y razonamiento engañoso, las "cosas aviesas" podrían llegar a parecer rectas. Cuanto más miró Eva el fruto prohibido y escuchó el razonamiento avieso del Diablo, más se convenció de que él tenía razón. Pablo advirtió: "Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya mediante la filosofía y el vano engaño según la tradición de los hombres, según las cosas elementales del mundo y no según Cristo". (Colosenses 2:8.) El apóstol también indicó que "con palabras melosas y habla lisonjera [los apóstatas] seducen los corazones de los cándidos". (Romanos 16:17, 18; compárese con 2 Corintios 11:13-15.) Por supuesto, el hecho de que esa clase de propaganda haya apartado a algunos no significa que nosotros tengamos que seguirles. Pero aun así, tenemos que mantenernos alerta de continuo.

16 Las tácticas del Diablo no han cambiado desde Edén. Él sigue usando preguntas sutiles y un llamamiento a los intereses propios. Pedro escribió: "También habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán calladamente sectas destructivas [...] También, con codicia los explotarán a ustedes con palabras fingidas". (2 Pedro 2:1-3.) Lo falso se presenta de tal modo que parezca o suene verdadero. En 2 Timoteo 2:14-19, Pablo recalcó la importancia de usar la Palabra de Dios para esclarecer las cosas, pero advirtió sobre la necesidad de evitar a los apóstatas cuyas 'vanas palabrerías violan lo que es santo', pues, dijo él: "Su palabra se esparcirá como gangrena".

17 ¡Buena analogía! Como la gangrena, el razonamiento apóstata no es sino una muerte espiritual que se esparce rápidamente. Y ya que los miembros de la congregación son como un solo cuerpo, están en peligro de ser afectados. Si el que esparce enseñanzas apóstatas no puede ser restaurado a la salud espiritual por medio de la aplicación amorosa, pero firme, del bálsamo de la Palabra de Dios, la amputación (expulsión) de ese miembro puede que sea la única alternativa para proteger a los demás miembros del cuerpo. (Compárese con Tito 1:10, 11.) ¡No se infecte de esta gangrena mortífera de naturaleza espiritual! Mantenga una buena salud espiritual por medio de evitar la contaminación del pensar apóstata. Siga el saludable consejo de 2 Pedro 3:17, 18: "Ustedes, por lo tanto, amados, teniendo este conocimiento de antemano, guárdense para que no vayan a ser llevados con ellos por el error de gente desafiadora de ley y caigan de su propia constancia. No; sino sigan creciendo en la bondad inmerecida y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo".

18 Pero ¿cómo podemos protegernos de la apostasía? ¿Cómo podemos proteger nuestro corazón para que no sea receptivo al razonamiento apóstata? Estas preguntas se considerarán en el próximo artículo.

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